Capturados 30 integrantes de las bandas “la agonía” y “san pablo”
La Policía Nacional desmanteló estas organizaciones criminales que afectaban la tranquilidad de las comunas 2 y 13. Deberán responder por tráfico de estupefacientes, extorsiones al transporte y al comercio, desplazamiento forzado y homicidio.
En las últimas horas, la Policía Nacional de todos los colombianos le asestó un nuevo y contundente golpe al crimen organizado en Medellín al capturar a 30 integrantes de las bandas “La Agonía” y “San Pablo”, investigados por tráfico de estupefacientes, extorsiones al transporte y al comercio, desplazamiento forzado y homicidio.
Efectivos de la Seccional de Investigación Criminal e Interpol (SIJIN) y de la Seccional de Inteligencia de la Metropolitana del Valle Aburrá, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y con el acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación, efectuaron 33 diligencias de allanamiento y registro en los barrios Santo Domingo, Carpinelo, La Avanzada, Popular 1 y 2, Granizal, La Esperanza, Nuevo Horizonte y Santa Cecilia, de la Comuna 2, y en los barrios EL Socorro, Juan XXIII, La Quiebra, Luz del Mundo, Altos de la Virgen y San Javier, de la Comuna 13.
El director general de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas, reveló que entre los capturados se encuentran ‘El Grande, cabecilla de la banda ‘San Pablo’, y los delincuentes conocidos en el mundo del delito como ‘Ñato’ y ‘El Soldado’, pertenecientes a la misma organización y coordinadores de acciones delictivas en el sector La Esperanza.
También fueron detenidos ‘Jhony Caca’ o ‘Mías’, cabecilla de ‘La Agonía’, y otros coordinadores de esta banda, entre ellos ‘Pipe Rata’, ‘Nando’ y ‘Pablito’.
Durante los allanamientos se incautaron más de 4 millones de pesos en efectivo, 14 celulares, un computador portátil, 2 discos duros, 5 USB, 4 Micro SD, una gramera, 696 gramos de marihuana y 358 gramos de base de cocaína.
Según la investigación, con las capturas se lograron afectar las rentas ilegales de estos grupos delincuenciales, quienes obtenían un promedio de 30 millones de pesos semanales producto de la venta de sustancias estupefacientes.
Estas organizaciones también les cobraban diariamente a las rutas de transporte público la suma de 7.000 pesos, con ganancias semanales superiores a los 7 millones de pesos.
Además, a los transportadores de víveres les exigían 2 millones de pesos semanales, lo que les representaba ganancias ilegales por 39 millones de pesos mensuales.