Hechos del 2016, un balance de gestión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá

Tres factores fueron claves  para los resultados de la gestión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá en este 2016: i. La Junta Metropolitana, su trabajo articulado y el direccionamiento  del Presidente, Federico Gutiérrez, Alcalde de Medellín; ii. Confianza y articulación con los gobiernos Nacional, Departamental y locales, con las corporaciones, gremios, Cámaras de Comercio, Organizaciones sociales, la academia y colectivos ciudadanos; e internamente con funcionarios y contratistas.  Iii. El trabajo unido del Alcalde de Medellín con el Gobernador de Antioquia, y de estos con el Área Metropolitana.

Estos son algunos de los 10 hechos que durante el 2016 marcaron la gestión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.


1.    Contingencia atmosférica

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La contingencia atmosférica que vivimos entre el 18 de marzo y el 18 de abril del 2016 nos dejó enormes aprendizajes y nos obligó a reconocer la condición crítica de contaminación del aire que vivimos en el Valle de Aburrá. Estas contingencias atmosféricas posiblemente se presentan desde hace mucho tiempo en nuestro territorio, pero antes no generaban tanto daño porque antes no teníamos tantos habitantes, ni vehículos, ni industria como hoy en el Valle de Aburrá. Valle que es el más grande de Antioquia, pero el más pequeño de Colombia para una ciudad tan densamente poblada como Medellín, que en sus 108 kilómetros urbanos ocupa el puesto 13 en el mundo en densidad habitacional por kilómetro cuadrado.

Valle que es un cañón estrecho, en cuya parte más ancha entre Oriente y Occidente en Medellín, sólo tiene siete kilómetros y un kilómetro de profundidad. Otros dirán que no somos un valle sino hueco. En todo caso debemos reconocer esa condición morfológica compleja de nuestro territorio, que hace que cuando se presenta la contingencia atmosférica las nubes nos ponen un tapón entre las montañas como cuando se le pone un tapón a una chimenea prendida. No entra la radiación, no hay elevación de los contaminantes, ni suficientes vientos por lo que quedan atrapados, entre ellos el material particulado PM2.5 y menores, al cual según los estudios en otros países le atribuyen una alta tasa de enfermedades y muertes.

Por eso, dentro de este plan hemos colocado la salud en el centro, por tal razón, hemos contemplado la realización de un estudio de morbimortalidad en PM 2.5 y menores, que se base en una metodología  compatible a nivel internacional, que permita  tener la información acerca de los verdaderos efectos de la contaminación del aire en la salud pública; y que cuente con una base de datos  que permita actualizar permanentemente la información. Firmamos con la Universidad de Antioquia la elaboración de dicho estudio desde la Facultad de Salud Pública.

Lo cierto es que el cambio climático existe. Debemos adaptarnos, mitigar y en lo posible modificar. Por tal razón decidimos trabajar el tema de calidad del aire en un escenario de gestión del riego, para estar preparados frente a las contingencias atmosféricas, que debemos decirlo con franqueza, se seguirán presentando, pero sobre todo, para trabajar articulados de forma consistente lograr transformar las condiciones actuales para que las contingencias no se presenten.

En tal sentido hemos propuesto dentro del Plan Integral de Descontaminación del Valle de Aburrá, una alianza regional por la sostenibilidad, un acuerdo de sociedad que permita modificar las condiciones actuales desde una estrategia integral ambiental de largo plazo en la que participemos todos. Nuestra apuesta es de largo plazo. Cambiar gradualmente el modelo. La sostenibilidad como una oportunidad. Una estrategia integral por la sostenibilidad ambiental, económica y social. Debemos cambiar criterios de satisfacción por criterios de sostenibilidad, y ello implica tomar decisiones de fondo sobre la forma en que hemos ocupado el territorio.