• Desde este miércoles 25 de mayo, y hasta el 22 de julio, estará abierta al público la exposición “Niñez entre el conflicto y la esperanza”.
• El objetivo es conocer la situación de los menores que han sido víctimas del conflicto y construir relatos esperanzadores.
La prolongada historia de la violencia armada en Colombia ha provocado que más de 2 millones 237 mil niños, niñas y adolescentes en nuestro país hayan sido objeto de múltiples formas de victimización como el reclutamiento forzado, el desplazamiento, la violencia sexual, las minas antipersona, el secuestro y otras violaciones de los derechos humanos.
La exposición invita a reconocer la capacidad de los niños, niñas y adolescentes para resolver los interrogantes de su entorno y generar propuestas creativas para un cambio y transformación de su futuro.
La coordinadora de la exposición, Ester Biardeau, explica que “la gran reflexión de esta exposición es visibilizar a la población infantil en un contexto de conflicto donde se enfrenta al reto de construir nuevas posibilidades en su vida adulta”.
En esta exposición el público es invitado a ponerse en la situación de los infantes vulnerados y adentrarse en el ámbito del juego para recordar nuestra niñez construir relatos esperanzadores.
La exposición Niñez entre el conflicto y la esperanza cuenta con tres muestras expositivas: Siempre volveré a vivir; Ana Frank, una historia Vigente; y Por ti, por mí, por todos.
Muestra 1: Siempre volveré a vivir.
Los niños víctimas del holocausto en la ciudad de Terezin, se vieron protegidos por el desarrollo cultural de su pueblo, vencieron el olvido que produce la muerte, a través de sus escritos y dibujos.
Muestra 2: Ana Frank, una historia Vigente.
Ana, una niña judía que vivió su adolescencia escondida y discriminada durante el holocausto. Aun así, a través de la escritura, logró que las palabras y las memorias traspasaran muros y distancias, convirtiendo su historia en inspiración para las generaciones venideras.
Muestra 3: Por ti, por mí, por todos.
Memo, un niño colombiano inquieto por su pasado, nos lleva a una reflexión a través del tiempo, la infancia, el conflicto y la posibilidad de construir nuevas realidades.
• El objetivo es conocer la situación de los menores que han sido víctimas del conflicto y construir relatos esperanzadores.
La prolongada historia de la violencia armada en Colombia ha provocado que más de 2 millones 237 mil niños, niñas y adolescentes en nuestro país hayan sido objeto de múltiples formas de victimización como el reclutamiento forzado, el desplazamiento, la violencia sexual, las minas antipersona, el secuestro y otras violaciones de los derechos humanos.
La exposición invita a reconocer la capacidad de los niños, niñas y adolescentes para resolver los interrogantes de su entorno y generar propuestas creativas para un cambio y transformación de su futuro.
La coordinadora de la exposición, Ester Biardeau, explica que “la gran reflexión de esta exposición es visibilizar a la población infantil en un contexto de conflicto donde se enfrenta al reto de construir nuevas posibilidades en su vida adulta”.
En esta exposición el público es invitado a ponerse en la situación de los infantes vulnerados y adentrarse en el ámbito del juego para recordar nuestra niñez construir relatos esperanzadores.
La exposición Niñez entre el conflicto y la esperanza cuenta con tres muestras expositivas: Siempre volveré a vivir; Ana Frank, una historia Vigente; y Por ti, por mí, por todos.
Muestra 1: Siempre volveré a vivir.
Los niños víctimas del holocausto en la ciudad de Terezin, se vieron protegidos por el desarrollo cultural de su pueblo, vencieron el olvido que produce la muerte, a través de sus escritos y dibujos.
Muestra 2: Ana Frank, una historia Vigente.
Ana, una niña judía que vivió su adolescencia escondida y discriminada durante el holocausto. Aun así, a través de la escritura, logró que las palabras y las memorias traspasaran muros y distancias, convirtiendo su historia en inspiración para las generaciones venideras.
Muestra 3: Por ti, por mí, por todos.
Memo, un niño colombiano inquieto por su pasado, nos lleva a una reflexión a través del tiempo, la infancia, el conflicto y la posibilidad de construir nuevas realidades.